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A los diez kilómetros del camping en San Carlos de la Rapida nos encotramos la Comunidad Valenciana.

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… y un poco más adelante el segundo pinchazo. Esta vez pincha «Volcán» y luego volvería a pinchar.

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Llegamos a Peñiscola. Aquí hemos quedado con Oscar, un aficionado a la bici. El plan A pronto se va al garete. Tan pronto como nos ve. Se supone que ese plan hablaba de «cascarnos» algo mas de 100 km. Pero ha sido entrar al castillo de Peñiscola (visita guiada y entrada 3,60 euros/adultos) y salir con hambre. Así que visto el panorama Oscar nos habla del plan B que habla de pasar la noche antes de Castellon (donde él y su novia viven) y hacer noche del miércoles al jueves. El plan «B» incluye comida y ver el partido de la selección. Aceptamos el plan B.

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El faro de Peñiscola.

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Comemos en el restaurante barra alta. Calidad/Precio a estas alturas de año buena. Miky y Hanna nos hacen la comida más agradable. Nos invitan a un chupito que «aceptamos» a regañadientes y nos desean buen viaje.

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Junto a nuestra mesa hay una familia de A Coruña y nos desea de nuevo un buen viaje y se despiden con la promesa de vernos en Galicia. Les invitamos a subirse a la bici el día de la marcha en A Coruña y nos vamos hacia la Sierra de Irta.

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Otro aficionado a la bici. Esta vez de Zaragoza.

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Hasta Alcocebre cogemos un camino de tierra firme que nos lleva todo el rato junto a la costa. La idea es de Oscar que nos guía y nos aconseja por que camino ir. La panorámica es sencillamente «magnifica».

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El faro de Alcocebre.

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Llegamos al camping de «La Tropicana». Hablamos con el encargado y decide ayudarnos. Nos dejan una parcela donde colocamos cinco tiendas.

Por la noche nos acercamos al restaurante del camping. Vemos el partido de Brasil Corea del Sur y cenamos. Casi casi me enamoro de Alicia, una camarera de Francia.

El pelotón con Oscar, nuestro guía por tierras de Castellon.