Seguimos bajo la nube y por las noticias que nos llegan seguiremos así al menos hasta mañana. No cae una tromba de agua.. !Que va!. Es un fino sirimiri que nos tiene tontos esperando en un bar a que pase.. pero nunca pasa. Y salimos y entonces paro a ponerme el chubasquero y cuando quiero darme cuenta pedaleo solo hasta que Chema me llama y me dice si va todo bien. Le contesto que si y viendo que faltan solo unos kilómetros no les alerto pero la verdad es que llevo arrastras el carro. La rueda ha pinchado y a duras penas consigo avanzar. La sudada es de ordago pero no quiero parar mientras siga lloviendo.
Cuando alcanzo Pontevedra veo a Chema y Arturo T. que frente a una tienda de bicis. Chema ha parado para comprar una camara y a mi me viene como al pelo. La llanta pega casi al suelo. Compro una camara y listos… hacia el albergue de peregrinos.
Salimos del camping Playa America después de ser invitados por el gerente a desayunar.
Nuestra primera parada fue Vigo. Cuesta arriba, cuesta abajo. Algunas calles se descuelgan hacia la ría. Comemos en un bar cerca del puerto industrial y seguimos camino por la N-550 hacia Pontevedra.
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El albergue me trae algunos recuerdos de mi paso por el camino. Las conversaciones me resultan familiares. Peregrinos o gente que se cuenta las veces que han hecho ya el camino, lo dura que ha sido la etapa, de donde vienen, a donde van, los problemas físicos, el gato que ladra y la abuela que fuma. El camino esta lleno de santos y santas que buscan su consagración en el cielo. !Ja!
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Galicia como me gustas. Galicia porque me lloras siempre que te visito. Galicia saca al sol por unas horas. Galicia ayudame a pedalear entre la bruma, la lluvia y el trafico de tus carreteras. Galicia como me gustas a pesar de todo.
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Miña terra galega, con el cielo siempre gris…es duro estar lejos de tí.
Venga Ánimo! Que el Alvariño os secará por dentro…
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