El pase de diapositivas requiere JavaScript.

Despues de madrugar salimos tirando a tarde por los problemas mecánicos y por el desayuno en uno de los bares donde algunos parroquianos se juntan a desayunar su copita y poner orden en el mundo.

La bici de Mari Carmen tiene un problema en la cubierta y estuvimos a punto de hacer un experimento con una rueda de mountain bike. Al final democraticamente se decidio intentar seguir con la maltrecha rueda antes que con el experimento y la cosa funciono. Lo más curioso es que 20 km más adelante Mari Cruz nos aviso de que la rueda trasera iba frenada. Después de abrir un intenso debate en el que miles de manos tocaban el freno a cada cual menos idea la bici siguio camino hasta Huelma. Como Mari Carmen debía de mirar lo del freno y el eje de la rueda trasera nos quedamos perplejos cuando nos dijeron que el problema del freno se debía al velcro del botellin que amarraba demasiado al cable del freno. De chiste. Casi casi, democraticamente (en estas decisiones todos opinan menos la implicada) decidimos hacerla rodar con una zapata.

A la hora y media de salir tuvimos que parar a reponer fuerza en uno de esos bares de pueblo que nunca faltan en este país. !Huevos con patatas y bacon! y que venga la ola polar a sacarnos. Ni cortos ni perezosos algunos personajes, entre los que me incluyo nos metimos semejante manjar entre pecho y espalda. Como dijo aquel si tengo que morir que sea con el estomago lleno. Y es que la temperatura ascendió en menos de 5 km más de 6 grados. No he visto cosa semejante. Era subir un grado y sudar cada vez un poco más en la misma medida que el agua descendia.

El pueblo de Pedro Martinez se encuentra en un alto. Rodeado de campos de cereal en los que un grupo de «extratarrestres» parecen haber caido del mismo cielo. Estos bichos que se mueven con casco y gafas de sol solo saben decir alguna frase: Hola, buenos días queriamos saber donde podemos dar con un bar donde comer un par de huevos fritos con patatas.

Sus habitantes se muestran entusiasmados con nuestra presencia y más con sus explicaciones sobre si debemos acudir a un bar u otro. encima para colmo nos hemos dividido en varios grupos preguntando lo mismo y cada persona nos envia a un sitio distinto. Cuando nos sentamos a comer, el sol pega a cuarenta grados.

Con la tripa llena salimos hacia Torre Cardela. La carreterilla por donde rodamos no tiene mucho tráfico pero seguimos ascendiendo poco a poco rodeados por cultivos de cereales, alguna encina, olivo y almendro. Allí comimos y un buen rato después nos despedimos de Gabry que tomaba el camino de un conocido que elavora quesos de forma natural y casi casi clandestina. Nos hubiera gustado ir pero todo no se puede. Nos pilla a desmano y nos habiamos comprometido con el Ayto de Huelma.

Los últimos 23 km pasan rapidamente a excepción de alguna cuesta.

La entrada a Huelma, a los píes de Sierra Magina no podía ser mejor. A través de un bicicarril alcanzamos casi el centro de la localidad. Nos saluda Bernardo, del Ayto de Huelma y nos acompaña hasta el polideportivo municipal donde nos vamos a alojar esta noche.

Siguiendo los consejos de Bernardo nos marchamos «a ligar» que es como se llama así a salir a tapear. y no nos defraudan las tapas. Pero a decir verdad mi cabeza esta más en actualizar el blog que en comer y al rato regreso con Cristina al polideportivo.

Es la una y media de la madrugada. Estoy cansadillo y ahora os invito a que sigais con el itinerario para mañana. Salida en Huelma, pasamos por Cambil y finalizamos la etapa en Jaen.

Buenas noches, Arturo

¡¡¡Gracias José Luis y Mercedes por traerme las cubiertas desde Úbeda!!!   Mari Carmen