«A los pies de la ciudad»

Hemos realizado menos de cincuenta kilómetros. Salimos sin prisas y parando para comer un pintxo de tortilla. Y llegamos a la hora en el lugar de encuentro. Es decir, hemos sido puntuales.

En Larrea tengo unos buenos amigos que saben de estas «liadas» más o menos desde que nos conocemos. Y aquí he llegado con el peloton a disfrutar de la comida y la cena junto a ellos.

Vamos a hacer noche en Larrea. En primer lugar porque no tenemos prisa hasta mañana que es el «día sin coche» y en segundo lugar porque no tengo muchas ganas de que esto finalice.

Tengo la sensación de que no me voy a encontrar muy bien en cuanto me siente en el sofa de casa y me quede solo. Voy a echar de menos muchas cosas como la incomodidad de dormir sin esterilla y en suelo (como multitud de noches en esta aventura), o la sensación de que cada día paso por lugares distintos. No sé pero será extraño una vez me quede solo en el piso.

El tiempo no se detiene. El último mes ha pasado como si fuese una semana, los últimos días horas.

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Después de un tiempo llegamos a La Llanada Alavesa. Rodeada de montañas se encuentra Vitoria-Gasteiz pero nosotros aguantaremos el pulso hasta el día 22. Hemos llegado a Larrea pasando por Zalduendo y alejandonos unos kilómetros antes de Salvatierra, dejando a un lado la N1 (que no tiene mucho tráfico al transitar este por la autovía paralela)  por una carretera que a estas horas tiene poco trafico y pasa por pueblo pequeños pero interesantes como Zalduendo.

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Jugando unas partidicas al futbolin en Larrea.

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