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No he dormido. Pero me preocupa lo que dice Miguel: –¿Qué no has dormido? Pues los ronquidos me llegaban por dos lados (refiriéndose a mi y Juanma). Diga lo que diga no he dormido. Otra cosa es que soy de ronquido fácil. Quiero decir que en cuanto cierro los ojos igual ya estoy montado en el tren porque como dijo Miranda tengo la facilidad de viajar de día (en bici) y de noche (en tren). Me viene a la mente un comentario de Magan cuando nos dijo que:
“…están dos tíos en la calle y uno le dice al otro:
– ¡oye tu! ¿Qué tal has dormido?.
–A ratos: a veces dormía y otras no. ¿Y tu?-
-Pues lo mismo pero al revés, a veces no dormía y otras si”.
La historia es que me despierto dormido y deambulo hasta llegar al lavabo. De reojo paso por la pista donde juegan al balonmano en la liga asobal. Después nos encontramos todos con nuestros caretos de buenos días y dejamos el polideportivo multiusos de Guadalajara para acercanos a a un bar a desayunar. Café para todos y pasteles y bizcochos que sobraron ayer para acompañarlo.
Es mejor no hacer planes de madrugar porque ocurre que un día como hoy cuando estamos a punto de salir a una hora “buena”, las nueve, comienzan a sonar los móviles y tenemos que atender los medios de comunicación. El ayuntamiento de Guadalajara nos dijo que les enviásemos una nota de prensa y ellos la han movido. Vaya que si la han movido. A lo largo del día contamos 8 o 9 medios de comunicación los que nos han llamado. Tele y radio. No sabemos nada de la prensa. Hemos tenido que esperar unos minutos a la tele y otros tantos hablando por la radio.
Los primeros kilómetros de la ruta suceden junto a la autovía, por la carretera de Servicio. A mi me estresa acercarme y salir de las ciudades. Antes lo llevaba más o menos. Ahora no es que me de miedo, simplemente me agota mentalmente. Siempre permanezco en alerta. No puedo evitarlo. De hecho le he avisado a Miguel de que los coches circulaban a gran velocidad en el carril de “desaceleración”. Y en un descuido nos llevamos un buen susto. Mari Carmen y yo lo hemos vivido bien porque estábamos justo destrás de el. Miguel en ese momento iba hablando con Cristina en paralelo cuando un coche que salió de la autovía paso rozándole. A veces los accidentes los provocan los coches y en otros somos los cicilistas los que parece que los forzamos. Afortunadamente no ha sucedido nada y hemos seguido a ruta como si nada hubiese sucedido.
Un poco antes, justo a la salida de Guadalajara nos hemos encontrado con una rotonda coronada por una gran bicicleta. Un monumento hermoso que se ha convertido en un hito en la ciudad. La gente se refiere a la “rotonda de la bici” para darnos indicaciones.
Llegar hasta allí es fácil y cuando se enlaza con el anillo verde mucho más. Al igual que en otras ciudades Guadalajara ha cerrado “sus limites” por un anillo de parques y jardines. Pero justo en la rotonda las cosas se complican y debemos tener precaución al coger la carretera que nos lleva a Tarazena, a kilometro y medio de la rotonda. En Tarazena debemos retroceder sobre nuestros pasos para seguir por la vía de servicio que nos lleva hasta un puente que cruza la autovía y enlaza con una carretera que ya no soltaremos hasta Hita. Primer descanso importante de la ruta. Nos encontramos a 29 km.
Hola aventureros que fotos más bonitos y Miguel siempre con una broma ay ….